La pandemia y nuestro planeta: ¿hay un resquicio de esperanza?

Cuando la mayoría de nosotros en todo el mundo nos encerramos a principios de este año para combatir los crecientes casos de covid-19, ¿qué nos enseñó la experiencia?

Con los lugares de entretenimiento, las oficinas y las escuelas cerrados, de repente todos fuimos empujados a un universo alternativo. Aparte de las desventajas físicas y mentales del encierro, experimentamos cielos azules claros, picos de montañas lejanas y la naturaleza a la vuelta de la esquina. Vimos un planeta más limpio, saludable y 'más feliz' en cuestión de semanas. Un resultado positivo que todas las audaces acciones y promesas climáticas globales no pudieron lograr después de muchos años de esfuerzos inútiles, gracias al egoísmo y la falta de previsión a menudo endémicos de la naturaleza humana.

¿Vimos un lado positivo en la nube covid-19 que todo lo consume? ¿Qué nos ha enseñado la experiencia? Si bien el efecto benéfico en nuestro entorno de la reducción de la actividad humana no puede reducir o banalizar la angustia y el sufrimiento causado por la pandemia a nivel individual, familiar, social y nacional, ¿podemos convertirlo en un rayo de luz?.

Mientras nos mantenemos a nosotros mismos y a los demás a salvo, ¿cómo podemos sanar nuestro planeta a partir de las experiencias y lecciones aprendidas del encierro? Con el confinamiento y las continuas restricciones a nuestros movimientos, nos hemos visto obligados a cambiar nuestro estilo de vida y nuestros hábitos diarios.

Muchos de nosotros hemos aprendido que trabajar desde casa tiene muchas ventajas. Mientras nos aseguramos de que nuestra ética de trabajo y productividad no se vean comprometidas, ahorramos tiempo y dinero al no tener que viajar al trabajo; sin mencionar la reducción de las emisiones y la contaminación del aire. También somos más capaces de administrar nuestro equilibrio laboral y pasar más tiempo con la familia.

Con las tiendas y el entretenimiento cerrados, muchos de nosotros nos hemos visto obligados a volver a una forma de vida más simple, como cocinar comidas caseras simples y saludables, caminar, cuidar el jardín, ser creativos para entretenernos con juegos, ver películas caseras, etc.

La pandemia ha sacado lo mejor de muchos de nosotros: cuidar a los menos vulnerables, ofrecernos como voluntarios para hacer las compras o simplemente hacer tiempo para llamar y hablar entre nosotros. ¿Es posible que incluso mientras examinamos nuestra relación entre nosotros, podamos extender esta preocupación a nuestro planeta y convertirnos en mejores administradores de él?

Tuvimos más tiempo para la reflexión interior y la sanación. ¿Era esta la forma en que la naturaleza nos decía que redujéramos la velocidad, evaluáramos y pensáramos en lo que es esencial en la vida? Estuvimos sin muchas cosas durante el confinamiento. Entonces, la pregunta es ¿qué tan importantes o esenciales son las muchas cosas materiales con las que nos rodeamos? ¿Dinero en nuestras cuentas bancarias, compras de cosas que realmente no necesitamos y costosas experiencias gastronómicas? Quizás la sanación más grande que está teniendo lugar está dentro de nuestros corazones y cómo podríamos haber impactado la vida de los demás y los recuerdos que compartimos.

En el futuro, ya que todavía estamos en medio de la pandemia, debemos protegernos pero al mismo tiempo ser conscientes de no agregar ningún nuevo contaminante que dañe el medio ambiente. Con esto en mente, además del distanciamiento social, lavarse las manos, podemos ayudar usando cubiertas para la cara que sean amigables con el medio ambiente. Las máscaras desechables que se están volviendo cada vez más frecuentes contienen plásticos que contaminan el agua y pueden dañar a la vida silvestre que las come o se enreda en ellas. De hecho, ha habido un llamado para que el gobierno haga más para que las personas cambien las máscaras desechables por cubiertas reutilizables.

En Element suministramos mascarillas de protección reutilizables sostenibles. Estas máscaras están hechas de poliéster, algodón o telas OceanBalance recicladas, tienen un precio competitivo y se pueden personalizar con ilustraciones, logotipos o íconos de la empresa. Creemos en hacer nuestro granito de arena para proteger el medio ambiente mientras nos protestamos

Si bien el virus no es algo que deba tomarse a la ligera, de hecho podemos aprender algunas lecciones durante este momento difícil, especialmente de la madre tierra y vivir de manera consciente e intencional, en armonía con nuestro planeta.